Un hombre habla con un vecino sobre las discusiones que siempre ha tenido con su mujer, y éste le dice que el nunca ha discutido con ella: -Pero ustedes, ¿nunca han discutido? - No. - ¿Y cómo es eso? - Mi mujer se crió en el campo. Cuando nos casamos mi mujer tenía una yegua que apreciaba muchísimo, más que a mí. El día de nuestra boda fuimos de luna de miel en un carruaje tirado por la yegua y en el camino la jaca tropezó. Mi mujer le dijo con voz firme a la yegua "uno". Unos kilómetros después la yegua volvió a tropezar, y mi mujer le dijo "dos". Bueno, ya casi al final del camino, la yegua volvió a tropezar y mi mujer se bajó del carro, fue a la parte de atrás, sacó una escopeta y le dijo a la yegua, "tres" y la mató de un solo tiro en la cabeza. - ¡Ay Dios! - Yo me quedé tan impactado que le pedí explicaciones. Ella me miró fijamente y me dijo "uno". Y desde entonces jamás hemos discutido.