La cerveza mágica

Una chica muy atractiva que sabía de su belleza la utilizaba para enamorar a hombres muy acaudalados y vivir en el lujo y la opulencia. Un día, fue a una fiesta que se celebraba en el ático de uno de los hoteles más elegantes de la ciudad y observó a un hombre muy atractivo que tenía pinta de tener mucho dinero, así que se acercó a él para seducirle:

- ¿Qué estás tomando guapo?
- Cerveza mágica.
- ¿No me digas? No en serio, dime qué estás bebiendo.
- De verdad, cerveza mágica, mira.

El hombre toma un trago, le da el vaso a la mujer y sale volando por todo el salón, da un par de vueltas y vuelve al lugar. La mujer sorprendida continúa la conversación:

- ¿Cómo lo hiciste? ¿Dónde está el truco?
- No, no, no hay nada de trucos ni cuerdas ni nada. Es la cerveza. Mira.

Tomando nuevamente un trago, sale volando, pero esta vez sale por una de las ventanas y entra por otra. La mujer totalmente fascinada por lo que sus ojos veían, le pregunta de nuevo:

 - ¡Cómo mola! ¿Crees que funcionaría conmigo?
 - Sí, por supuesto. ¡Camarero! Por favor sírvale un vaso de cerveza mágica a la señorita.

El camarero miró a la mujer y le preguntó:

- ¿Está segura?
- Sí, por supuesto.

La señorita bebió un trago, salio corriendo, y se tiro por la ventana. Comenzó a caer y en pocos segundos llegó hasta el suelo donde, como es natural, de ahí no pasó. Mientras el hombre se reía el camarero se acercó y le dijo:

- Mira tío, cuando estás borracho eres muy imbécil Superman.

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