Un ladrón entra a un banco, apunta con su arma al cajero y, bajo amenazas, le pide que le dé todo el dinero. Cuando se disponía a salir del banco, se encaró con un cliente y le preguntó: - ¿Usted me vio la cara? - Si, pero de refilón. El ladrón le pega un tiro en la cabeza. Se dirige a otra persona que había al lado: - ¿Y usted? - No, la verdad es que apenas vi nada. El ladrón le pega dos tiros en la cabeza. Se da vuelta hacia una familia que estaba parada a su lado y pregunta: - ¿Y usted? Y la madre contesta - Yo no vi nada pero creo que mi suegra estaba grabándote con el móvil.
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