La atritis
Un borracho de los que huele a alcohol a varios metros de distancia se sube al autobús y se sienta al lado de un cura. En el asiento de delante había un periódico y el borracho lo coge y empieza a leerlo con dificultad debido a su lamentable estado de embriaguez.
El cura viendo los excesos del hombre decide rezar y fingir que no está esperando que su convivencia en el asiento no sea muy larga ya que justo al final del trayecto le espera una reunión con el obispo y no quiere causar una mala impresión. De repente el borracho mira al cura y le dice:
- Oiga Padre, ¿Puede decirme qué causa la artritis?
- La vida alejada de la moderación: mantener relaciones con mujeres diferentes a la propia esposa, los excesos con el tabaco y, en especial, del alcohol; esas borracheras que terminan en noches de lujuria y perversión.
- ¡Menuda movida padre! ¡Qué disgusto!
El cura al rato, pensando en lo que le dijo al pobre infeliz, se conduele y decide disculparse y le dice en tono comprensivo:
- Disculpe usted, no quise ser tan rudo hijo mío pero ¿desde cuándo sufre de artritis?
- ¿Yo? ¡A mí no me pasa nada! Solo estaba leyendo este artículo del periódico que dice que el Obispo sufre de artritis desde hace varios años.
El cura viendo los excesos del hombre decide rezar y fingir que no está esperando que su convivencia en el asiento no sea muy larga ya que justo al final del trayecto le espera una reunión con el obispo y no quiere causar una mala impresión. De repente el borracho mira al cura y le dice:
- Oiga Padre, ¿Puede decirme qué causa la artritis?
- La vida alejada de la moderación: mantener relaciones con mujeres diferentes a la propia esposa, los excesos con el tabaco y, en especial, del alcohol; esas borracheras que terminan en noches de lujuria y perversión.
- ¡Menuda movida padre! ¡Qué disgusto!
El cura al rato, pensando en lo que le dijo al pobre infeliz, se conduele y decide disculparse y le dice en tono comprensivo:
- Disculpe usted, no quise ser tan rudo hijo mío pero ¿desde cuándo sufre de artritis?
- ¿Yo? ¡A mí no me pasa nada! Solo estaba leyendo este artículo del periódico que dice que el Obispo sufre de artritis desde hace varios años.
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