Entradas

Mostrando entradas de agosto, 2019

El terapeuta

Una pareja lleva meses sin hacer el amor. Él sufre de impotencia y ella tiene enormes jaquecas cuando piensa en acostarse con su marido. Tras largo tiempo, la mujer pensó que esto podría afectar de manera muy negativa al matrimonio, así que decidió poner remedio. Un día, habló con su esposo: - ¿Te acuerdas de esas jaquecas que me daban cada vez que íbamos a hacer el amor?  - Sí. - Pues ya no me pasa. - ¡Cómo! ¿ya no tienes más dolor de cabeza? - No te había dicho nada, pero he ido a un terapeuta que me ha curado.  - ¿Así sin más? - No, bueno. Me dijo que tenía que ponerme delante de un espejo y decirme a mí misma una y otra vez: "No tengo dolor de cabeza, no tengo dolor de cabeza, no tengo dolor de cabeza..." - ¿Y se te ha pasado? - Bueno, hice eso y mi dolor de cabeza desapareció.  - ¡Qué maravilla!  - Ahora solo falta solucionar lo tuyo para que podamos tener sexo. - Vaya, lo tenías que sacar. - ¿Por qué no vas tú también al terapeuta? - Bueno

Accidente jugando al golf

Una señora estaba jugando al golf y, tras el golpeo de la bola, vio como un insensato cruzaba el green con toda su pachorra. La bola rápidamente se acercaba al señor e impactó contra él. El señor de inmediato junta ambas manos en su entrepierna y cayó al suelo rodando y gimiendo con gran dolor. La señora, afectada, corrió hasta donde estaba el hombre: - Por favor, déjeme ayudarlo... soy fisioterapeuta y sé cómo tratar estos traumatismos.  - No, no, estaré bien en un momento. - Venga, que esto duele mucho. Déjeme.  La mujer le separa las manos y lo tumba boca arriba, le desabrocha la bragueta, pone sus manos dentro y comienza a masajear suavemente toda la zona genital.  - ¿Qué tal se siente? - ¡Genial! Pero la mano me sigue doliendo una barbaridad.

Sexo en el trabajo

El jefe le dice al empleado:  - Oye, ¿pero a ti quién te ha dicho que puedes pasarte dando vueltas todo el día sin trabajar, solo porque nos acostamos una noche?  - Mi abogado.

La procesión

Esto es una mujer muy fea, tan fea que su familia se avergüenza de ella. Un día decide salir a la calle para ir a una procesión de Semana Santa y mantiene una conversación en casa: - Oye, que me voy a ver la procesión. - ¿Tú? ¿Con lo fea que eres? ¡Pero si va a haber un montón de gente! - No me importa que me vean, tengo derecho a ir. - No, si es que eres tan fea que vas a asustar a todos. La mujer al volver dice en casa con mucho entusiasmo:  - ¡Ay! ¡Qué contenta vengo! - ¿Y eso? - ¡Me han confundido con la virgen! - ¿A ti? ¿Con lo fea que eres? ¡Eso es imposible! - Que sí, que sí; que uno de los que llevaban el paso me ha dicho al verme: "¡La madre de Dios !"