Apendicitis
Un médico estaba durmiendo apaciblemente en su cama cuando de repente sonó el teléfono. Lo cogió y preguntó:
- ¿Quién es?
- Lamento molestarlo a estas horas, pero creo que mi esposa tiene apendicitis.
- Pero, quién es usted y si es así vaya al hospital de urgencias.
- Ya ya, pero es que soy el marido de María, que usted le extirpó el apéndice hace un par de años y me dijo que le llamase si había alguna complicación.
El médico estuvo unos segundos recordando mientras despertaba. Y finalmente creyó acordarse:
- Sí, sí, ya recuerdo. Disculpe mi tono pero es que estas horas... y estaba durmiendo. Mire, seguro que no es nada ¿Ha escuchado de alguien que tenga un segundo apéndice?
- Tal vez no haya usted escuchado nunca de un caso de segundo apéndice, pero seguramente si habrá oído hablar de casos de una segunda esposa.
- ¿Quién es?
- Lamento molestarlo a estas horas, pero creo que mi esposa tiene apendicitis.
- Pero, quién es usted y si es así vaya al hospital de urgencias.
- Ya ya, pero es que soy el marido de María, que usted le extirpó el apéndice hace un par de años y me dijo que le llamase si había alguna complicación.
El médico estuvo unos segundos recordando mientras despertaba. Y finalmente creyó acordarse:
- Sí, sí, ya recuerdo. Disculpe mi tono pero es que estas horas... y estaba durmiendo. Mire, seguro que no es nada ¿Ha escuchado de alguien que tenga un segundo apéndice?
- Tal vez no haya usted escuchado nunca de un caso de segundo apéndice, pero seguramente si habrá oído hablar de casos de una segunda esposa.
Comentarios
Publicar un comentario