El campesino

Un campesino lleva su furgoneta al pueblo y el mecánico le dice que tiene que dejarla hasta el día siguiente, así que decide regresar caminando a su granja en un par de horas. En el camino pasa por la ferretería y compra un balde y un bote de pintura. Justo al lado vive un vecino que le entrega dos gallinas y un ganso que le debía.

Se encuentra el granjero a varios kilómetros de su casa con un terrible problema: cómo llevar todo a la granja caminando. Mientras piensa cómo hacer, se le acerca una mujer y le pregunta cómo llegar a una granja muy cercana a la suya. El paisano le comenta que esa granja está en su misma dirección y que si no tuviera que llevar tanta carga la podría acompañar. La mujer entonces le dice:

- ¿Por qué no pones el bote de pintura en el balde, lo llevas en una mano; te pones una gallina debajo de cada brazo y llevas el ganso en la otra mano?

El campesino se queda pensando, y piensa que es buena idea, así que lo hace y se ponen los dos en marcha. A medio camino le dice a la mujer:

- Mire señora, por aquí hay un pequeño atajo que se desvía del camino principal, que no es transitable en coche pero sí andando, y nos ahorrará un kilómetro de paseo.

- No sé señor, yo soy una mujer viuda solitaria sin un hombre que me defienda. ¿Cómo sé que no me vas a llevar por el medio del campo y me vas a poner contra un muro y vas a abusar de mí?
- ¡Pero señora! Aun cuando quisiera, ¿cómo lo haría? Llevo un balde, una lata de pintura, dos gallinas y un ganso.
- Pues mira, pones el ganso en el suelo, lo cubres con el balde, colocas la pintura encima del balde, y yo te aguanto las gallinas.

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