La edad legal de jubilación
Un señor recién jubilado, pero aún atractivo, acude a la oficina de la Seguridad Social para poder hacer los trámites y empezar a cobrar la pensión. La mujer que estaba atendiendo al señor le solicitó el carnet de identidad para verificar la edad y entrar en la base de datos:
- Discúlpeme, pero creo que me he dejado en casa el DNI, ¿no le vale con que le diga el número?
- No, lo siento, necesito el DNI también para comprobar que usted ya ha alcanzado la edad legal de jubilación.
- Vaya, volveré otro día entonces.
- Espere caballero. ¡Desabotónese la camisa!
El hombre, no pudo evitar la curiosidad y lo hizo.
- Ese cabello plateado en su pecho es prueba suficiente para mí.
Acto seguido, procesó la jubilación y ya tenía todos los papeles arreglados. El hombre sorprendido y más seguro de su atractivo de lo que lo había estado nunca, fue a su casa y le contó la experiencia a su mujer. Tras la narración, la mujer le dijo:
- ¡Vaya! ¿y por qué no te bajaste los pantalones? Podrías haber conseguido una invalidez y cobrarías más.
- Discúlpeme, pero creo que me he dejado en casa el DNI, ¿no le vale con que le diga el número?
- No, lo siento, necesito el DNI también para comprobar que usted ya ha alcanzado la edad legal de jubilación.
- Vaya, volveré otro día entonces.
- Espere caballero. ¡Desabotónese la camisa!
El hombre, no pudo evitar la curiosidad y lo hizo.
- Ese cabello plateado en su pecho es prueba suficiente para mí.
Acto seguido, procesó la jubilación y ya tenía todos los papeles arreglados. El hombre sorprendido y más seguro de su atractivo de lo que lo había estado nunca, fue a su casa y le contó la experiencia a su mujer. Tras la narración, la mujer le dijo:
- ¡Vaya! ¿y por qué no te bajaste los pantalones? Podrías haber conseguido una invalidez y cobrarías más.
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