La fábrica de chorizos

Un señor tenía en su pueblo una pequeña fábrica de chorizos de burro. Como veía que ya estaba siendo mayor, pensó en dejar el negocio en manos de su único y torpe hijo. Había retrasado este día todo lo que pudo confiando en que su hijo espabilara un poco en la vida:

- Hijo, te voy a enseñar como funciona nuestra fábrica. Mira, esta máquina lo hace todo, tu solo tienes que meter un burro por este agujero, dar al botón y saldrán los chorizos por este otro sitio. ¿Lo has entendido?
- Padre, ¿y si meto un chorizo por este agujero, entonces saldrá un burro por el otro?
- No. A ver hijo, que es muy sencillo. Es una máquina para hacer chorizos. Metes el burro por el agujero, das al botón y salen los chorizos por el otro lado. Nada más.
- ¡Ah! Entonces, meto el chorizo por acá y por allá saldrá un burro.
- No hijo. El único agujero al cual le puedes meter un chorizo y sale un burro, lo tiene tu madre.

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