Problema de gases
Una anciana va al médico y mantiene la siguiente conversación:
- Doctor, doctor, le cuento que sufro de muchos gases; pero por lo menos no huelen ni se escuchan.
- ¿Cómo es eso?
- Mire... me acabo de tirar como quince y usted no se ha dado ni cuenta.
- Muy bien tome esto y vuelva dentro de una semana.
A la semana vuelve la anciana al médico y le dice:
- Oiga doctor, no he mejorado nada. Es más, he empeorado. No sé qué me ha dado que ahora los gases huelen y muy mal.
- Muy bien, el problema de la nariz tapada se resolvió, ahora veremos lo de los oídos.
- Doctor, doctor, le cuento que sufro de muchos gases; pero por lo menos no huelen ni se escuchan.
- ¿Cómo es eso?
- Mire... me acabo de tirar como quince y usted no se ha dado ni cuenta.
- Muy bien tome esto y vuelva dentro de una semana.
A la semana vuelve la anciana al médico y le dice:
- Oiga doctor, no he mejorado nada. Es más, he empeorado. No sé qué me ha dado que ahora los gases huelen y muy mal.
- Muy bien, el problema de la nariz tapada se resolvió, ahora veremos lo de los oídos.
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