Los cuerpos

Un moribundo llama a su mujer para confesarle sus mentiras, y así morir en paz:
- ¿María, recuerdas aquella criada que tuvimos cuando vivíamos en Valencia? la que siempre llevaba desabrochado algún botón de la blusa? ¡Pues ese cuerpo fue mío!
-¿De verdad Pepe?
-¿Y recuerdas a tu amiga Virtudes? Aquella Rubia despampanante que siempre iba con minifalda? ¡Pues ese cuerpo también fue mío!
- No pasa nada Pepe.
- ¡Ay María! ¡Qué alegría me das por perdonarme!
- Pepe, yo también tengo que decirte algo.
- Dime María.
- ¿Recuerdas cuando en Barcelona vivíamos enfrente del cuartel de Bomberos?
-Sí.
- Pues ese cuerpo fue mío.

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