Perspectiva

Un matrimonio estaba cenando en un restaurante cuando entro un amigo de ambos por la puerta con una mujer desconocida. La mujer le dijo a su marido:

- ¿No es ese Juan? ¿Con quién va? ¡Esa no es su mujer!
- No, es una amante que él tiene.
- ¿Cómo? ¡Pero qué vergüenza! ¡Y tú, tan tranquilo!
- ¡Pero mujer! No te metas en esos asuntos, deja que los otros vivan su vida.

A pesar de la calma tensa, los dos continúan su cena cuando se acerca a ellos una chica guapísima que le dice al marido:

- Oye, me dejaste esperando ayer.
- Sí, se me presentó un problema, pero yo paso por tu casa hoy.
- ¡Perfecto! Nos vemos.

La esposa anonadada le pregunta rápidamente a su marido:

- ¿Y esa, quién es?
- Ésa, es mi amante.
- ¿Pero qué me estás contando desgraciado? ¿Cómo me puedes hacer esto cerdo asqueroso? ¡Te vas a enterar! ¡Lo nuestro se acabó so imbécil!
- No hay problema, yo te doy el divorcio. Pero recuerda que la casa, el coche y el negocio están a mi nombre. También vete olvidando de las escapadas de fin de semana a París y de las tarjetas de crédito, tu suscripción al club, el psicólogo, las compras en tiendas de lujo, la casa de la sierra, tu coche descapotable, el chófer, la doncella y el pago de la residencia de tu madre.
- Nuestra amante es mucho más atractiva que la de Juan.

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