El loro del burdel

Una Señora quería comprar un loro. Va a la tienda de mascotas, y el joven que la atiende, le comenta que sólo tiene un loro, pero que éste había pertenecido a una señora, que tenía un burdel, por lo cual las palabras que se sabía el loro eran muy subidas de tono. A la señora no le importó, y dijo que lo educaría nuevamente. 

Llega a su casa y destapa la jaula, y el loro comienza: 

- Nueva casa, nueva madame. 

A la señora le resulta simpático el loro. De repente llegan las hijas de la señora del colegio y el loro dice:
- Nueva casa, nueva madame, nuevas putas. 

La familia entera no para de reír, aunque saben que les va a costar reeducar al loro. Entonces llega el marido de la señora y el loro dice:

- Nueva casa, nueva madame, nuevas putas. ¡Hola Gervasio!

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