47 años

Un hombre de 47 años muy preocupado por parecer joven decide hacerse un estiramiento de cara. Una vez hecha la cirugía, el tipo sale muy contento de la clínica con su cara nueva. Se detiene en un kiosko y compra el periódico y le pregunta al vendedor: 

- Quisiera hacerle una pregunta si no es molestia.
- Dígame. 
- ¿Cuántos años cree que tengo?
- No sé. ¿Unos 32?
- Pues en realidad tengo 47.
- Vaya. 

Contento por su apariencia decide ir a una hamburguesería y le dice al cajero después de hacer el pedido:
- ¿Cuántos años cree que tengo?
- Pues, déjeme pensar. ¡29!
- No, tengo 47.
- Pues no lo parece.

El hombre muy emocionado decide volver a casa y coge el autobús donde se sienta al lado de una señora mayor. No queriendo desaprovechar la ocasión de levantar aún más su ego, se dispone a preguntarle a la señora:

- Discúlpeme, señora, ¿cuántos años piensa usted que tengo?
- Mire joven, yo ya tengo 85 años y no veo bien. Sin embargo, cuando era joven yo tenía un método para adivinar la edad de los hombres; les metía la mano en los calzoncillos y les decía la edad correcta. 

El hombre dudó un poco, pero viendo que no había nadie en el autobús pensó: 

- Bueno, probemos, total.

La señora le metió la mano y después de palpar un buen rato contestó:

- Usted tiene 47 años. 
- Pero, pero. ¿Cómo lo ha sabido?
- Venga se lo digo. Es que estaba detrás de usted en la hamburguesería.

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