El niño que se atraganta
Una madre está con su hijo de diez años comiendo en un restaurante cuando, en un despiste, el niño se traga una moneda. La madre, sin conocimientos de primeros auxilios, intenta sin éxito que el niño recupere la respiración que había perdido. Así que la madre empieza a pedir ayuda a la gente del restaurante.
Un señor se levanta de una mesa cercana y, con pasmosa tranquilidad, sin
decir palabra alguna, le baja los pantalones a la criatura, toma sus
pequeños testículos, los aprieta con fuerza, y tira hacia abajo
violentamente.
Automáticamente, el niño escupe la moneda, y
el señor, con la misma pasmosa tranquilidad con la que se acercó, regresó a
su mesa sin decir palabra.
Una vez que la señora se recuperó del susto, se acercó al caballero para agradecerle el haber salvado la vida de su hijo:
- Muchas gracias señor.
- Es mi trabajo señora.
- ¿Es usted médico?
- No. Inspector de Hacienda.
- Pero, entonces, ¿por qué dice que es su trabajo?
- Estoy muy acostumbrado a tocar los cojones hasta sacar la última moneda.
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