El cocodrilo
Llega un circo a la ciudad con el número estrella del Domador
de Cocodrilos. En mitad del espectáculo se saca el Domador su enorme pene y
lo coloca en la boca del cocodrilo. El público aplaude a rabiar.
El domador corta los aplausos y pregunta:
- ¿Hay en el público
alguien que se atreva a hacer lo mismo?
Y grita un hombre con mucha pluma:
- ¡Yo,
yo, yo! ¡Ay, por Dios, permiso, permiso!
El domador le pide que baje y cuando llega a la arena dice el hombre:
- ¡Ay señor! ¡Pero yo no sé si podré abrir la boca tanto como
el cocodrilo!
Comentarios
Publicar un comentario