Va un joven a una farmacia: 
- Oiga, ¿me puede vender un preservativo?, porque esta noche voy a cenar con la familia de la chica con la que salgo desde hace tres meses y después, a ver si cae. Bueno me va a poner dos, porque esta chica tiene una hermana que no está nada mal, e igual cae también. Bueno, mejor me va usted a dar tres porque la madre es una cachonda que le pone los cuernos a su marido y ya metidos en harina... 

Llega la hora de la cena y el chico llego a la casa de la chica con la que sale y lo reciben atentamente y lo sientan a la mesa. Una hora de silencio incómodo, con el chico con la cabeza agachada casi metida en el plato y con el rostro totalmente pálido. Al acabar la cena, los dos chicos se van de casa y ella le dice a él.

- Pero tío, no sabía que eras tan tímido. 
- Ni yo que tu padre era farmacéutico.

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